domingo, 15 de diciembre de 2013

El mundo Polaroid. PARTE I






¿Quién no ha tenido nunca de pequeñito aquellas instantáneas que supuraban olor a tinta? Me acuerdo la primera vez que vi una; fue en uno de mis cumpleaños. Antes en el Telepizza, te sacaban una Polaroid para que la tuvieses como recuerdo de tu día especial… Hasta que nadie volvió a saber nada de ellas.



Hoy han vuelto a ponerse de moda; porque todo vuelve. Todo comenzó con Warhol cuando se volvió loco por el mundo Polaroid; en aquella época era una de las nuevas tecnologías; tener una fotografía al instante era increíble.
El creador de este nuevo mundo de fotografías instantáneas que revolucionó  la concepción de la imagen se llamaba Land-Wheelwright.
Su aparición en el mercado tuvo un gran éxito; convirtiéndose en un importante invento utilizado por los militares durante la Segunda Guerra Mundial.
El triunfo de Polaroid fue tal que los cartuchos para sus cámaras se vendían hasta en farmacias; la popularidad de este producto alcanzó niveles tan extremos que el mercado norteamericano gastó más dinero en fotos que en pasta dental, superando las mil millones de fotografías Polaroid.


Creo que en todos nuestros hogares la cámara Polaroid se transformó en un icono clave para retratar los momentos de familia; subir al desván y encontrar fotos de antaño de cuando éramos pequeños con nuestros primos o haciendo trastadas de las nuestras. Estas instantáneas lograron ocupar un lugar importante en los álbumes; poder ver el momento presente en 60 segundos dejo atónitos a todos.

Llegar al pueblo de mi amiga, estar curioseando las llamadas cosas “vintage” para nosotras, y reconocer la mítica caja azul de Polaroid y gritar como locas. A esto me refería; la cámara Polaroid en los años 60 o 70 era tan esencial como tener una televisión en el salón. En la actualidad, ya es el “objeto” de herencia que muchos de nosotros hemos recolectado como un tesoro y que hemos conseguido revivir ese espíritu Polaroid.

Muchos fotógrafos y artistas han utilizado estas instantáneas en sus obras; ya sea como un tipo de documentación o con finalidad artística. Su estética y su carácter momentáneo son las que otorgan a estas fotografías esa esencia única. Su formato cuadrado “de bolsillo” y sus colores roídos han servido de inspiración a muchos utilizándolas para crear verdaderas composiciones que os mostraré en siguientes entradas.





Por Jennifer Custodio.



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